miércoles, 3 de septiembre de 2008

ESTETICA

La palabra elegancia se puede usar para una cierta cantidad de descripciones, por ejemplo para mencionar una vestimenta, un gesto, el movimiento de un cuerpo, las costumbres de una persona. Pero quiero aplicarla aquí para el deporte.
La inteligencia bien puede acompañar a la elegancia, y cuando eso sucede en el deporte, el grado de disfrute del espectador llegará a su cumbre. Y eso pasa cuando se tiene la posibilidad de ver jugar a Juan Roman Riquelme, un artista del balón, un intelectual del fútbol que con su destreza sorprende partido a partido al amante de este juego, jugado como corresponde: con la cabeza. Entre tanto corredor de los laterales, tanto gambeteador del balde en el marote, tanto tribunero quejoso y revolcado, Riquelme, con su inteligencia, piensa la jugada que armará exhibiendo su elegancia en el manejo de la pelota, aún cuando sus propios compañeros no se den cuenta de su notable buen gusto para llevar un ataque a buen fin. Y allí anda él, trazando una inobjetable línea entre quienes entienden este deporte y quienes no, es decir entre quienes son capaces de disfrutar de Roman y quienes sólo pueden denostar aquello que no entienden. Juan Roman Riquelme, el que te devuelve la guita de la entrada cada vez que juega.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos augurios para Vida Porteña.
Respecto a Riquelme, confieso que debemos hacer una bandera con eso de que devuelve la guita de la entrada. Es un jugador que aporta estética, y estética tiene el arte. Es la palanca que lleva a la emoción.
Allá los que disfrutan con los pelotazos de Verón. Prefiero los pases cortos, en cortada y el amague productivo.
Y gracias por difundir El prro elocuente.
Jorge Aloy

Anónimo dijo...

Buenos augurios para Vida Porteña.
Respecto a Riquelme, confieso que debemos hacer una bandera con eso de que devuelve la guita de la entrada. Es un jugador que aporta estética, y estética tiene el arte. Es la palanca que lleva a la emoción.
Allá los que disfrutan con los pelotazos de Verón. Prefiero los pases cortos, en cortada y el amague productivo.
Y gracias por difundir "El perro elocuente".
Jorge Aloy