jueves, 9 de abril de 2009

MURO

Se ocupa la prensa del poder de mostrar cómo es que los pobres, a mayor cantidad de hijos, reciben más ayuda monetaria por parte del Estado. Estas palabras les causan mucho desagrado: pobres, ayuda, estado. Se ocupa todos los días de mostrar cómo crece el delito automotor según cada zona del Gran Buenos Aires, no en la ciudad autónoma (claro, cómo no?) de Buenos Aires; ese cinturón de pobreza que ya no circunda a la ciudad capital, sino que acecha el horizonte burgués que a mira a Europa. Se encarga la prensa escrita del poder, en sus diarios La Nación,Clarín, Crítica, La Nueva Provincia, la Voz del Interior,(cada pasquín conservador defendiendo el orden moral decimonónico de los feudos provinciales), sus revistas Gente, Caras, Noticias, sus radios Mitre, Continental, Rock and Pop, y todos los medios de difusión a sus alcance, de difundir la espeluznante noticia: los pobres nos rodean y están dispuestos a robarnos nuestro bienestar conseguido con años de importarnos un pito las leyes y los derechos de los demás, mirando hacia afuera, denostando a los diferentes, quedándonos evasoramente con lo que no nos corresponde, años de fraguar pasados que no tuvimos, de admirar sistemas políticos que no nos incluyen, años de tilinguería organizada. ¿Todo para qué? Para que nos rodee la inseguridad, para que los pocos impuestos que pagamos se gasten en pobres improductivos, para que nos rodeemos de Evos y Chavez, de Lulas y Fideles, para nosotros que creíamos que Latinoamérica era Punta del Este. Entonces, para protegernos surge una idea salvadora: levantar un muro que nos separe de la barbarie, un muro que nos aleje de los chicanos, los palestinos, los pobres de San Fernando. Y para eso un iluminado intendente de San Isidro, Gustavo Posse (¿qué mejores sirvientes del poder, los radicales, aparte de los menemistas?), lo plantea. Y así la panacea del medio pelo se manifiesta de pie ante todos. No más pobres. Que no se nos acerquen. Que no podamos verlos. Que no pongan en peligro nuestra sacrosanta seguridad, ni la de nuestros bienes, nuestra sagrada propiedad privada que jamás los incluirá. Un muro. Una pared divisoria entre ellos y nosotros. Un freno a su insolente invasión. Un límite entre la sociedad y ellos, los otros, los ningunos.
Cuando se habla de ideología, se habla de la justificación de un orden social. Las ideas de muros y de segragación hablan a las claras mediante quienes las enuncian de qué piensan realmente. Y habrá que fijarse bien, y a diario, quiénes son los que justifican estos muros.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Carballo: Al señor que se le ocurrió la bella idea de levantar un muro quizá piense también en quemar los libros para poder olvidar todo lo que le antecede. Son ideas reaccionarias que la historia demuestra que cada tanto se repiten.
Cuando los muros avancen por el país entero ¿veremos un laberinto desde el aire?
El capitalismo se sostiene por obra y gracia del poder de la propiedad privada. Cuando ésta corre peligro, ya están los guardianes del honor al acecho.
Un abrazo.
Jorge Aloy

Sergio De Piero dijo...

Leo: lo del muro es fruto de un imbécil y de los argentinos que "están con el campo" que se puede esperar de esa gente. Peor la nota de Clarín hablando de "fábrica de hijos" es propio de un hijo de puta.

Fernando Terreno dijo...

Leo:
Hagamos nuestro el lema de los palestinos y jordanos: NO A LOS MUROS SI A LOS PUENTES.
Un abrazo.
Fernando

Y un repudio para Posse y toda los integrantes de la CLASE MIERDA argentina, constructores de muros.

Leo Carballo dijo...

Los puentes son mucho más lindos, por cierto, ayudan a seguir el camino. Gracias Fernando por comentar. Pero hay constructores de muros que los fabrican en cada lugar posible, privando a otros para proteger a unos, Jorge.
Y este domingo que pasó el gran diario cretino se asusta por que la población de la villa urbana más grrande ha crecido, Dotor. Y atemoriza al medio pelo porteño, pero también a otras clases sociales humildes que no pueden escapar de la andanada de desinformación. Abrazos para todos, amigos.

Anónimo dijo...

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"No sigas / siempre en la pared / tan fría está / No le digas / nada a la pared / no escuchará / Sin embargo en las sombras / se escucha una música / como si ya no estuviera aquí / No sigas / solo en la pared / no tiene caso / No le pidas / nada a la pared / no escuchará / Se oye acaso un gemido / detras de la nada / solo cuando estoy lejos de ti / Inmóvil, siempre la pared,
se cansará / No te vuelvas / como la pared / justo ahora
Un insólito abismo / testea los cuerpos / que tan solo habitan lo que fue / siempre en la pared... /
siempre en la pared.... / siempre en la pared...
No beses solo la pared / no tiene caso / Tan blanca como la pared,
te cansarás / No le pidas un surco,
no pidas palabras / solo un viejo musgo nacerá"

* LUIS ALBERTO SPINETTA - 1988
"SIEMPRE EN LA PARED", DE "TESTER DE VIOLENCIA"

Salud, desde el Distrito Kanibal, o Ciuda´ Churrasco, la Capital Nacional del Dengue...!!!!

León

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Ester Lina dijo...

Pero el muyro sirvió de ejemplo: en Paraná, Pcia de Entre Ríos se levantó un muro que corrió la misma suerte que el de Posse, entre los Barrios El Mirador 1 y El Mirador 2. Vi por la tele que fueron mayormente las mujeres del barrio más pobre los que lo derribaron.
Saludos

Leo Carballo dijo...

León: gracias por la letra de Spinetta, que siempre viene a cuento.
Mona, no tenía ese dato, y me alegro por la reacción de la gente, es preferible derribar los muros y correr riesgos, (que SI los hay) qye vivir y morir encerrados.
Gracias por comentar