martes, 24 de marzo de 2009

PASEO

En el taxi que me lleva a casa, el chofer me da una pequeña clase. Al pasar frente a un pequeño supermercado con su dueño chino sentado en la vereda, me explica: "estos sí que no trabajan nunca,todo el día sentado, total le pagan dos mangos a los empleados. Y lo que ahorran en luz, porque desenchufan las heladeras a la noche, eh, que no le vayan a vender una leche, capaz que está pasada, como le pasó a mi cuñado,que no le devolvieron la guita, eh. Estos tienen las monedas, se las compran a los bancos y las venden a las líneas de colectivos". Luego de la clase, se llamó a silencio, pero por poco rato. Pasamos frente a una obra en costrucción, y me señaló a los obreros: "ve, estos paraguayos vienen acá y tienen todo, trabajo, casa, y nos quitan el trabajo a nosotros". No me lo imaginé cambiando su taxi por una pala, pero el caballero siguió: "el otro día, voy con un pasajero hasta el borde de la villa, casa de dos pisos tenían, antenas satelital, y no pagan nada, vienen acá y no pagan nada, peruanos, bolivianos, que se yo cuántos, y no pagan un mango y yo me tengo que romper el lomo y no tengo una caso dedos pisos". No entendí muy bien lo del escalafón edilicio, pero no lo interrumpí. Ya pasábamos por el centro IONA de Villa Crespo, y no pude evitar preguntar por el patrullero frente al edificio. No dudó en comentar: "para estos judíos sí hay seguridad, para los argentinos, jodete, yo no tengo un patrullero en la puerta de mi casa, pero para ellos sí, eh, así estamos, eh". Como antes de llegar a casa hay una disco gay, me bajé antes para no escuchar otro comentario. Al pagar el importe requerido, veo en su licencia un apellido italiano. Inmigrante, o descendiente de inmigrantes. Tan inmigrante como los que fue describiendo durante el trayecto. Me fui preguntándome si la educación que recibimos sobre los otros, los demás, los distintos, la convivencia, la tolerancia, podrá evitar quedar sepultada por el odio y el racismo, el miedo, o triunfarán los que día a día exponen radial y televisivamente lo peor de la condición humana, la muerte, la segregación, el egoísmo, el éxito a costillas de los demás. Y contaminando las pequeñas vidas de todos hasta convertirnos en la peor versión de nosotros mismos.

5 comentarios:

Fernando Terreno dijo...

Está muy bueno y tiene para sacarle el jugo por varios lados.
Los taxistas locales, con sus gurúes Viviani y González Oro, no son muy distintos de los que uno encuentra en cualquier otro país. Esto sólo, ya es un intríngulis que requiere 2 o 3 pavas de mate.
¡Una socióloga aquí, por favor!
Y lo más gracioso es, que al igual que aquí, son casi todos inmigrantes-internos o externos- en los países donde trabajan.

No importa, como dice JPF, no te olvides que "los taxistas no hablan, son hablados por otros. Reproducen palabras que otros les hacen decir." De modo que lo escuchaste a él, pero el ventrílocuo era el Negro Oro.

Un abrazo.
Fernando

Anónimo dijo...

¡Basta de boquearla por acá contra nosotros!... Semo la reserva moral de Occidente!
Bolitas, paraguas, perucas, rusitos, ponjas, coreanos, maracas, teletubis, bondiseros y demas...le vamo´ a se´ de goma, le vamo´ a tirá guante nomá...!!!

COMANDO "ROLANDO RIVAS" DE MATADEROS.

Leo Carballo dijo...

Fernando, da para varias pavas de mate, cierto, espero que tengamos una oportunidad de cebarlos.
León, ¿para cuándo tu blog?
Gracias por comentar.

Anónimo dijo...

Don Leo, creo que fue Lula el que dijo: "A esta crisis mundial la provocaron señores blancos de ojos celestes".
Pero es como dice el amigo Terreno, los tacheros son hablados por otros.
Saludos.
Jorge Aloy

Leo Carballo dijo...

Pero no sólo los tacheros tienen estas ideas, están mas difundidas que lo que uno podría querer. Y es muy preocupante el odio contra el otro. Gracias por estar siempre presente, Jorge, un abrazo