viernes, 23 de octubre de 2009

HORARIO

Discusión que ha vuelto a estar en boga, la de los horarios de los boliches en la vecina provincia de Buenos Aires: tomando la peregrina idea de los límites a los jóvenes (esos sediciosos), esos límites que se deberán imponer para que los descarriados vuelvan al redil del buen comportamiento y se alejen del alcohol, las drogas y demás despelotes, se ha avanzado en la legislación pertinente de límite horario. Muy bien, así las cosas se me ocurre sugerir a los legisladores y al propio poder político, y sin dejar de rendir homenaje a cada oligopolio mediático, lo siguiente: ¿por qué no limitar otros horarios, que tan nocivos son para la salud de nuestros jóvenes? Por ejemplo, el horario de los centros comerciales que atienden hasta las 22 o 23 horas empleando jóvenes que regresarán a su hogar suburbano despues de las 0 horas para bañarse comer y salir a bailar; o el de los supermercados que se nutren con la misma mano de obra, agregando el trabajo dominical. O que la necesidad de horarios nocturnos para estudiar no sean motivo de despido o de ni siquiera ser incorporado a un empleo. Digo, si se quiere atender seriamente el asunto de la nocturnidad, que aquellos que se benefician con extensiones horarias que les rinden sus buenos dineros, sean tambien responsables por una situación que no puede tener a cada pibe que quiera salir divertirse como un potencial infractor.